2022-08-01

Nuestro paté picante con los colores de las Fiestas de Bayona

Nacidas en 1932, las Fiestas de Bayona se han convertido en LA referencia de las grandes reuniones festivas en nuestro país. Ponerse el traje blanco y atarse el pañuelo rojo son ya los gestos cotidianos de miles de "festayres" que acuden a vivir con pasión y respeto estos cinco días y noches de fiesta. Debemos este ritual a un gran grupo de amigos, alentados por la complicidad benévola de los funcionarios electos de la época.



De todas las grandes reuniones festivas del sur de Francia, las de Bayona son las únicas que siguen llevando el nombre de "Fêtes" y no de ferias. Aquí se hace hincapié en las diversas tradiciones festivas del País Vasco y de Gascuña, que se expresan en juegos, danzas, música y canciones. La música en vivo se honra y se celebra en todas partes: los coros masculinos, las corales, las bandas y otros grupos de música tradicional son los verdaderos animadores y actores de la fiesta.


Desde las carreras de vacas en la plaza de San Andrés hasta la fiesta de la fuerza vasca, desde los actos del Karikaldi hasta el desfile del Corso Ligero, desde los desfiles festivos y musicales hasta las actuaciones de las grandes orquestas, todo está "etiquetado" como tradición local.





A diferencia de las concentraciones de muchas otras ciudades, las Fiestas de Bayona no se sitúan bajo la égida de un santo patrón. No, los de Bayona son guiados por un monarca singular, ¡el rey León!



Desde el miércoles 5 de agosto de 1987, nuestro buen rey está sentado en el balcón del ayuntamiento y vigila su reino festivo, desde la apertura del palio real a las 22 horas del miércoles hasta su cierre a las 24 horas del domingo.
Personaje emblemático de las Fiestas de Bayona, el Rey León es la mascota de toda una serie de festeros. Jóvenes y mayores le respetan y veneran, con, en particular, un acto emblemático cada día en el balcón del Ayuntamiento, el despertar del rey a las 12 del mediodía precisamente.